Dinero y celulares son los bienes que más roban en el transporte

Así lo revela la última encuesta de victimización y percepción de inseguridad de la Cámara de Comercio de Bogotá, que consultó a 1.209 ciudadanos en todas las localidades en diciembre pasado.

Estas cifras concuerdan con las las exploraciones sobre seguridad en TransMilenio que hizo el Centro de Estudios y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana del Distrito, entre enero y abril del 2007: 80 de cada 100 entrevistados aseguraron que no habían sido víctimas de robo, pero quienes sí lo fueron, declararon que les habían robado el celular (57 por ciento), las billeteras (12 por ciento) y el dinero (11 por ciento).

TransMilenio, que hace encuestas sobre satisfacción del servicio, ha encontrado una situación parecida: los celulares son los bienes que más pierden los ciudadanos en el sistema -aunque no siempre están seguros de dónde los robaron-.

Según la encuesta de diciembre la Cámara de Comercio, el porcentaje de personas que se declaró víctima de robo en el transporte público en general pasó de 3 a 13 por ciento entre noviembre del 2004 y diciembre del 2007. Con relación al 2006, el porcentaje subió un punto (de 12 a 13 por ciento).

En los taxis, la gente siente temor ante la posibilidad del paseo millonario, pero es el medio de transporte en el que los ciudadanos se sienten más seguros.

En el transporte colectivo (buses, busetas y colectiv os) y en TransMilenio el temor es al robo del dinero y los celulares. Sólo el 17 por ciento de los encuestados consideró seguro el transporte.

Frente a esta y otras acciones delictivas, la tercera parte de los encuestados que se declaró víctima (35 por ciento) no tomó ninguna medida después del delito. Los que lo hicieron, optaron por tener más cuidado: no salir de noche o no transitar por lugares oscuros fueron las principales medidas.

Únicamente 27 de cada 100 personas que se declaró víctima de un delito reconoció que puso una denuncia ante las autoridades, pero quienes no lo hicieron argumentaron como razón la falta de pruebas.

Que las calles y espacios públicos generan desconfianza entre los ciudadanos es un un hecho: 44 por ciento de los encuestados percibe las calles como los lugares más inseguros de la ciudad, por la presencia de delincuentes (41 por ciento) y pandillas juveniles (39 por ciento). La cuarta parte de los encuestados menciona además los potreros, por su soledad (32 por ciento) y oscuridad (29 por ciento).

En los últimos cuatro años se redujo en 12 puntos el porcentaje de personas que acude a la Policía para denunciar o pedir ayuda. El
estudio revela que las personas que no acuden son las que más mal califican el servicio. En cambio, la mitad de quienes pidieron apoyo, sintieron que recibieron un buen servicio.

Sobre la convivencia ciudadana -que para el 48 por ciento de los encuestados es regular y para el 22 por ciento mala- el hogar figura con con una situación contradictoria: los ciudadanos dijeron que es el mejor sitio para convivir, pero reconocieron que es el escenario donde hay mayor conflictividad por problemas de pareja y falta de dinero, entre los principales factores.