bromas, errores o amenazas en las llamadas

Madrid. (EUROPA PRESS).- El 80 por ciento de las 142.000 llamadas efectuadas al 016, número de teléfono confidencial destinado a atender a las víctimas de la violencia machista, fueron bromas, insultos, amenazas errores de marcado, consultas de periodistas o sobre materias que no guardan relación con la violencia de género, según el informe realizado por el Gobierno en el medio año de existencia de este servicio.
De este modo, sólo el 20 por ciento de las llamadas recibidas entre el 3 de septiembre y el 29 de febrero de 2008 (un total de 28.736) hacía referencia a casos de violencia machista. Si se suman todas las llamadas, este servicio ha atendido a una media de 33 llamadas en cada hora, es decir, 791 al día. El informe refleja, asimismo, que la cifra de llamadas 'válidas' no ha dejado de incrementarse cada mes: 450 llamadas en septiembre, 4.713 en octubre, 4.772 en noviembre, 5.780 en diciembre, 6.105 en enero y 6.916 en febrero. Se debe tener en cuenta que en septiembre funcionaba el servicio pero aún no se había dado a conocer a la opinión pública. De este modo, el número de personas atendidas entre octubre y febrero registró un incremento del 57%. Las comunidades autónomas que más llamadas realizaron sobre casos de violencia de género fueron Madrid (26,5%), Andalucía (16%), Catalunya (12,7%), Comunidad Valenciana (9,5%) y Canarias (5,5%). Por el contrario, el menor número de usuarios procedían de Ceuta y Melilla, con 34 y 62, respectivamente. Asimismo, la mayoría de personas que utilizaron de forma 'correcta" este servicio fueron víctimas de la violencia machista (83%), seguidas de familiares y amigos de mujeres maltratadas (14,7%) y de profesionales y entidades (2,3%).El perfil mayoritario de las víctimas que facilitaron información sobre su vida al 016 es el de una mujer de entre 31 y 40 años, con estudios medios, que trabaja fuera de casa y que convive con su maltratador. Pese a ello, la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género insiste en que los datos demuestran que no existe un perfil claro de la mujer maltratada.